Hemos mencionado que, a través del sistema comercial del galeón, España tomó bajo su control una red preexistente de abasto e intercambio en la región del sudeste asiático, que desde siglos antes estaba en manos de chinos, malayos, indios y otros pueblos. En ese contexto, Filipinas cumplió un papel muy especial para articular el comercio regional con el sistema mundial.
Debe agregarse que el galeón de Manila fue el sistema de transporte de más larga duración en la historia, por un lapso contínuo de 250 años, y también el más conspicuo ejemplo de la primera globalización económica del mundo, así como de la inserción de muy variadas y dispersas economías locales dentro de un esquema complejo de comercio y dominio políticos, en aquel entonces bajo la égida europea.
En próximas entregas trataremos de abordar este tema, que toca elementos geopolíticos, pues indica la relaciones de poder entre los comerciantes españoles en Filipinas, los comerciantes en México y en Perú, y todos ellos en disputa contra el monopolio comercial de Sevilla. El tema administrativo abarca aspectos como la subvención para mantener a Filipinas, el controvertido Situado, la regulación de las mercancías y los costos económicos de la presencia de otras potencias, como Holanda e Inglaterra, sea de manera legal o encubierta a través de los piratas.
* * *
Por ello, en etapas recientes se registran dos tendencias historiográficas en Asia, y específicamente en Filipinas:
a) la intención de “escapar de Manila” para estudiar a las otras regiones de Filipinas y
b) entender a Filipinas como parte de una región más vasta, el sudeste de Asia, y la dinámica que la conectaba con China y la India.
El hecho de que Manila fuera el puesto más remoto del imperio español, se tradujo en un grave descuido de su desarrollo; donde el uso de los recursos locales se realizaba conforme a las necesidades del galeón, como madera y alimentos para las naves y la mano de obra para construirlas, sin ocuparse ni propiciar el crecimiento de una industria local. No obstante, como contraparte, al no ser una economía colonial monolítica, Filipinas mantuvo vigentes múltiples rasgos culturales originales, compartidos por cierto con sus vecinos de la rama malaya.
_______________________
(1) John A. Larkin, The Place of Local History in Philippine Historiography, Journal of Southeast Asian History, No. 8, Sept. 1967. Philippine Social History, Global Trade and Local Transformation, ASAA Southeast Asia Publication Series, edited by Alfred w. McCoy and C. de Jesús. Sidney, Australia, Ateneo de Manila, University Press, 1982.
No hay comentarios:
Publicar un comentario