Una invitación para conocer la historia del Galeón de Manila, su cultura y su impacto en Filipinas y en América.

domingo, 1 de marzo de 2009

Viajeros involuntarios

Cuando se habla del galeón de Manila es natural referirse a los tesoros acarreados a través del Pacífico durante 250 años de comercio entre dos colonias españolas, México y Filipinas. Especias, sedas, porcelanas, joyas, marfiles, muebles, hicieron del galeón la fuente mítica de maravillas originadas en el lejano oriente; un flujo de mercancías sostenido casi exclusivamente sobre la base de la plata mexicana, que inundó los mercados asiáticos a partir del siglo XVI y que siguió circulando en forma de pesos mexicanos a finales del XIX.

También es común referirse al intenso contacto cultural entre ambas colonias, producto del intercambio de bienes y personas, que influyó en culturas tan distintas como las de Filipinas y México. Este es un fenómeno de doble vía, que se percibe a través de varios indicios, en las costumbres, la comida, el lenguaje; que hoy día persiste, aunque obscurecido por el tiempo y la modernización, y que no ha sido estudiado sistemática y suficientemente.

En las próximas entregas trataremos de acercarnos al fenómeno de la migración forzada de filipinos a México a lo largo de más de dos centurias; un hecho que dejó marcas en algunas regiones de los actuales estados del Pacífico mexicano, como Michoacán y Guerrero. Para ello, por supuesto echamos mano de la información que brindan diversos estudios sobre la influencia asiática acerca de la cultura y las artes en México *, pero el esfuerzo principal es tratar de incorporar, en la medida de lo posible, elementos extraídos de los archivos históricos acerca de la migración de filipinos al territorio de Nueva España, usualmente en calidad de esclavos o semiesclavos, que trajeron consigo su cultura y sus costumbres. Abordaremos también el aspecto jurídico que permitió el tráfico de asiáticos hacia la América española, en evidente contradicción con las múltiples legislaciones que prohibieron la esclavitud de la población indígena en las colonias españolas o, con una clara simulación para evadirlas.

* González Galván, Manuel. Influencias Asiáticas en el arte colonial mexicano en La Expansión Hispanoamericana en Asia. Siglos XVI y XVII. Ernesto de la Torre Villar, compilador Mexico FCE 1980. pp 162 –165. “Algo de lo más importante es tomar conciencia de que estas influencias asiáticas, en nuestra vida diaria, no constituyen en la actualidad una presencia exótica sino una parte integrante de nuestra, un ingrediente medular y no pequeño de ella, consustancial ya de nuestra tradición distintiva, tanto que quizás por ello mismo lo ignoramos”.

3 comentarios:

Noemí dijo...

Hola buenas noches, por casualidad ví tu blog, vivo en La Paz, B.C.S. y soy descendiente de un Filipino de apellido Legaspi.

saludos..

Cuauhtémoc Villamar dijo...

Agradezco tu comentario y tengo el propósito de escribir más acerca de la presencia filipina en México, entre otros, los descendientes de Legaspi, que se asentaron en varias ciudades de nuestro país.

Saludos.

Unknown dijo...

Soy descendiente de filipinos de apellido Quilantan. Vivo en en estado de Tamaulipas, de casualidad no tendras el significado de mi apellido el nombre se menciona en algunos escritos de españoles en 1579 como jefe de una villa. Mi familia vive en norte del pais hace 250 años.