El historiador francés Serge Gruzinski hace una interesante asociación de la cultura que maduró en la Nueva España en relación con el mundo de los siglos XVI y XVII. En particular, cita a dos escritores fundamentales de lo que sería México dos siglos después: Bernardo de Balbuena y Domingo Francisco de San Antón Muñón Chimalpahin Cuauhtlehianitzin.
Balbuena nació en Valdepeñas España en 1568, vivió en México de 1590 a 1606, donde estudió teología y se ordenó sacerdote y se trasladó primero a España y en 1619 a Puerto Rico, donde fue nombrado obispo. Murió en 1627.
Chimalpahin nació en Amecameca en 1579 y murió en Chalco en1660. Fue un noble del reino indígena de Chalco, en el oriente de la actual ciudad de México,
Lo que los reúne no es sólo la época sino un sentido compartido acerca de la importancia que tenía la Nueva España en ese inicio del siglo XVII. Ambos refieren en sus obras las riquezas que circulan gracias al comercio con Europa y Asia. Se sienten orgullosos de estar en el epicentro de un mundo que está cambiando y que es producto de la mezcla cultural que podría llamarse planetaria. Uno escribe en español, el otro en náhuatl.
Edición príncipe de Melchior Ocharte, Ciudad de México, 1604
El poema-libro Grandeza Mexicana de Bernardo de Balbuena, publicado en 1604, es ampliamente conocido. Se conecta con los acontecimientos posteriores a la conquista de Filipinas y refleja un gran aprecio por la ciudad construida sobre un lago y por el comercio, que en aquella época era considerado en Europa como un bajo oficio.
Es Mexico en los mundos de Occidente
Una Imperial ciudad de gran distrito
Sitio, concurso, y poblazon de gente.
Rodeada en cristalino circuyto
De dos lagunas puesta encima dellas
Con deleytes de un numero infinito.
Huertas, Jardines, recreaciones bellas,
Salidas de placer y de holgura
Por tierra y agua a quanto nace en ellas.
[...]
Es toda un feliz parto de fortuna
Y sus armas una Aguila engrifada
Sobre las anchas ojas de una Tuna
De tesoros y plata tan preñada,
Que una flota de España, otra de China
De sus sobras cada año va cargada.
Que un gran Cayro, o ciudad tan peregrina
Que Reyno ay en el mundo tan potenta
Que Provincia tan rica se ymagina
[...]
Es toda una riquisima Aduana
Sus plaças una hermosa Alcayceria
De sedas, joyas, perlas, oro, y grana.
[...]
No tiene Milan, Luca, ni Florencia
Ni las otras dos ricas Señorias
Donde el ser Mercader es excelencia.
* * *
Chimalpahin forma parte de una constelación de escritores indígenas mexicanos que publicaron obras muy variadas sobre la historia y la cultura prehipánica, mezclada con la religiosidad católica y los acontecimientos de la época virreinal. El lector puede ver aqui un estudio clásico, elaborado por Manuel Carrera Stampa, sobre cronistas indígenas mexicanos.
Los múltiples temas que aborda Chimalpahin, hacen preguntarse a Gruzinski ¿Puede un indio ser moderno? La respuesta es afirmativa. Chimalpahin muestra su habilidad para mirar al mundo desde Chalco, es decir, desde esa zona de lagos al pie del volcán junto a la ciudad de México. Por la capital virreinal transitan todo tipo de personajes y de riquezas de todo el mundo. El cronista escribe en náhuatl y puede comentar tanto sobre el mortal atentado, en mayo de 1610, contra el rey Enrique IV de Francia, como sobre la consagración de la Casa de la Profesa de la Compañía de Jesús en la Ciudad de México el 31 de julio de ese mismo año.
Quiero destacar aquí el registro que hace Chinalpahin sobre la embajada japonesa que visitó la Nueva España en el año 1614 y 1619 en su camino de ida y de regreso a Europa. Este evento causó enorme interés en aquella ciudad virreinal. La llegada de 120 japoneses encabezados por el samurái Hasekura Tsunenaga es un acotecimiento que sigue siendo de gran interés histórico, como dejamos asentado en este blog. La misión llegó a Acapulco y se trasladó a la Ciudad de México donde fue bien recibida, para salir nuevamente por el puerto de Veracruz. Chimalpahin anota en su diario que el 20 de abril de 1614 veintidos japoneses fueron bautizados en la iglesia de San Francisco. Si, la que está junto a la actual torre Latinoamericana.
Don Miguel León-Portilla realizó un excelente ensayo titulado "La Embajada de los Japoneses en México, 1614. El testimonio en Náhuatl del Cronista Chimalpahin." En él recoge las diferentes piezas escritas por el cronista sobre ese viaje excepcional y ofrece una lectura en español, traducida del idioma original. El lector puede disfrutar aqui de estos textos, gracias a la revista de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Grabado de Hasekura Tsunenaga, por Scipione Amati, 1615.
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Serge Gruzinski. Las Cuatro Partes del Mundo. Historia de una Mundialización. México: Fondo de Cultura Económica, 2010.
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