Una invitación para conocer la historia del Galeón de Manila, su cultura y su impacto en Filipinas y en América.

sábado, 19 de mayo de 2018

Tesoros de Manila

Es agradable reconocer que en Manila se preservan valiosas colecciones documentales, que contribuyen al conocimiento del pasado de este puerto global. Aunque mucho fue destruido por incendios y terremotos, así como por el terrible flagelo de las guerras, aún existen colecciones como las de la Universidad de Santo Tomas (UST). Esta entidad fue fundada en 1611 por el arzobispo de Manila Miguel de Benavides, de la Órden de los Predicadores, en intramuros. Como tal, es la universidad más antigua de tipo europeo en Asia.

Pórtico neoclásico de la UST, en el boulevard España

Tanto en esta universidad como en otras entidades públicas y privadas de Filipinas se ha llevado a cabo una labor de preservación, recuperación y digitalización de documentos. De hecho, algunos de los grupos empresariales de este país han invertido en la construcción de museos y de colecciones que se habían dispersado por el mundo. Ya hemos mencionado en este blog el trabajo realizado por el Museo Ayala, en Makati. El Ateneo de Manila y la Universidad de Filipinas realizan una labor intensa de publicaciones académicas y de recuperación de textos clásicos de la historia del país. A este genero se le conoce como Filipiniana. Me quedan en la lista varias otras instituciones que ojalá pueda visitar en el futuro.


Semper Lumina

El año pasado, la biblioteca Miguel de Benavides lanzó un catálogo de libros raros, contenido en ocho tomos que abarcan desde 1492 hasta 1945. Contiene anotaciones de 30,000 volúmenes depositados en dicha biblioteca. Varios de ellos han sido digitalizados y pueden ser parcialmente consultados en línea. En ocasión del anuncio de este esfuerzo editorial se hizo una exposición que se denominó Semper Lumina, algo así como Luz Perenne o contínua, en referencia a los cuatro siglos de educación y difusión de la Universidad.  Cuatro de los volumenes se dedican a libros y otros dos a folletos, manuscritos y legajos depositados en el archivo de la UST. El director del archivo es Regalado Trota José, a quien agradezco su amable autorización para la consulta de algunos textos. El editó los dos volúmenes dedicados a materiales en archivo, con auxilio de Anabel de la Paz Gonzalez y descripciones históricas de Jorge Mojarro.


Cabe recordar aquí que esta biblioteca publicó en 1983 un fascímil del libro Doctrina Cristiana, publicado en Manila en 1593 por los religiosos de Santo Domingo, en lengua castellana y tagala.

miércoles, 16 de mayo de 2018

Desde Manila

A Mariza y Nui
La capital de Filipinas es una vorágine de gente, cultura e historia. He visitado nuevamente esta ciudad con un gran placer y he encontrado una vez más el estímulo necesario para adentrarme en su pasado. Vine en busca de materiales de archivo, pero lo que he obtenido es también la amistad y el entusiasmo de muchas personas, amigos nuevos, que también se interesan en el tema del Galeón de Manila.

El martes 15 de mayo tuve oportunidad de hacer una presentación en una nueva y hermosa sede del Instituto Cervantes de Manila, en Intramuros, a un costado de la imponente catedral de San Agustín. El título de la charla fue Why Manila? (¿Por qué Manila?).  Agradezco al director del Instituto, Carlos Madrid, y al Embajador de México en Filipinas, Gerardo Lozano, la posibilidad de presentar en un lugar tan especial algunos avances de mi investigación doctoral. Estuvieron presentes estudiantes de diversas universidades, autoridades, representantes diplomáticos, académicos y estudiantes filipinos que aprenden español en el Cervantes. A todos ellos, muchas gracias por su asistencia.



He venido escribiendo sobre las razones que condujeron a Miguel López de Legazpi y sus hombres a dejar Cebú e instalarse en Manila. Mi propuesta se inscribe en una interpretación geopolítica, en la que el enfrentamiento con los portugueses en la zona sur de Filipinas (Visayas y norte de Mindanao) adquiró tintes de guerra europea en el Sudeste de Asia. Al cabo de cinco años, entre 1565 y 1571, las discusiones de tipo político, cartográfico, e incluso moral y religioso, condujeron a un cambio de estrategia que llevó a transladar la capital hacia el norte. Manila significó una modificación importante de la estrategia original encaminada al comercio de especias en el sur, para enfocarse al comercio con el amplio espacio del sudeste de Asia y sobre todo Chino, en el norte.

En 1565, el regreso del galeón San Pedro hacia el este del océano Pacífico, bajo la guía de Andrés de Urdaneta, probó ser un gran descubrimiento científico de la época.  A partir de la seguridad del regreso, la famosa Tornavuelta o Tornaviaje, fue posible y necesario un replanteamiento de la estrategias de expansión castellana en Asia.


La importancia de revisar, una vez más, los orígenes de la colonización de Filipinas conduce a una mejor comprensión de los mecanismos que hicieron de esta ciudad y del archipiélago un centro comercial que enlazó por vez primera América y Asia. La fundación de Manila es para algunos el inicio de la globalización en la temprana edad moderna. En mi opinión, basada en la investigación de fuentes portuguesas y españolas, la decisión de mover la capital hacia Manila fue resultado de un cuidadoso análisis que sopesó elementos geoestratégicos fundamentales para el imperio español en rivalidad con el imperio portugués. Los resultados fueron múltiples y complejos: la introducción de plata del Perú y México; el inicio del comercio asiático, principalmente chino; y sobre todo el gran caudal de conocimiento humano que se volcó a partir de ese contacto filipino.