Después de haber manejado tantos millares de documentos del siglo XVI, podemos asegurar que este es el primero donde veo la palabra mexicano usada, no como hasta entonces, para designar a los nativos indígenas, a lo más a criollos de la ciudad de México, sino a ese conjunto de tripulantes que fueron en esa navegación, mestizos, criollos y españoles de arraigo, unidos bajo este solo nombre: mexicanos
Una invitación para conocer la historia del Galeón de Manila, su cultura y su impacto en Filipinas y en América.
domingo, 28 de junio de 2009
Los de México, muy ufanos
sábado, 27 de junio de 2009
Es necesario navegar
Texto de Stefan Sweig. Magallanes: Historia del primer viaje alrededor del mundo:
Pero no se limitaba a la cocina el uso de abundantes masas de especiería. La vanidad femenina es también cada vez más exigente respecto a los aromáticos de Arabia, y va del almizcle voluptuoso al ámbar sofocante y al dulce aceite de rosas; los tejedores y tintoreros hacen elaborar para ellas las sedas chinas y los damascos de la India, y los orfebres, montar las perlas blancas de Ceilán y los azulados diamantes de Narsingar. Más imperiosamente todavía, la Iglesia católica impulsa el consumo de los productos orientales, pues de los millares de millones de granos de incienso que levantan el humo de los incensarios movidos por los celebrantes en los millares de iglesias, ni uno solo ha salido de tierra europea; cada uno de esos millares de millones de granos de incienso llegaban por mar, embarcados en tierras de Arabia. También los boticarios son asiduos clientes de los tan celebrados específicos de Indias, tales como el opio, el alcanfor, la tan estimada resina, y saben por experiencia que para el enfermo no hay bálsamo ni droga que parezcan tan atractivos como los que en los botes de porcelana que los contienen llevan en letras azules las palabras mágicas arabicum o indicum. Por su carácter de cosa selecta y rara, y quizá también por lo elevado del precio, todo lo oriental ejercía una atracción hipnótica en los europeos. Como en el siglo dieciocho lo francés, los atributos árabe, persa, indostánico, se identificaban en la Edad Media con los conceptos de exuberante, refinado, distinguido, cortesano, costoso y precioso. Ningún artículo tan apetecido como la especiería. Era como si el aroma de las flores orientales hubiera enajenado con su mágica influencia el alma de Europa.
Editorial Juventud, Barcelona, 1957. Traducción de José Fernández
La expedición Legazpi Urdaneta

Lo interesante del caso es que pusieron como piloto de la nave a un fraile agustino de mucha edad, el padre Andrés de Urdaneta, pero quien a los 17 años había acompañado a la expedición de Loaysa y había adquirido amplios conocimientos de navegación y “cosmografía” como se decía entonces. Urdaneta fue un promotor fundamental ante la corte española para que se realizara una nueva expedición a Filipinas, señalando que según sus propias observaciones era posible regresar por el mismo camino, desde Asia hasta México.
Se construyeron cuatro naves en el puerto de La Navidad, en Nayarit, que quedaron listas hacia el fin del año. Por desgracia, don Luis de Velasco murió el 31 de julio de 1564 sin ver concluído este proyecto. El Virrey se había entendido muy bien con el padre Urdaneta y ambos eran del parecer que para evitar el conflicto entre los reinos de Portugal y de España la expedición debía colonizar los inciertos terrenos de Nueva Guinea y de las tierras de Australia.
Las crónicas de la época señalan lo siguiente:
“Se juntó la tripulación para salir de puerto el 29 de noviembre de 1564, vísperas de San Andrés, santo patrono de Urdaneta, no sin antes confesarse y comulgar. Se hicieron a la vela el día de su santo en el año de 1564, invocando al Santísimo Nombre de Jesús de quien el general Legazpi era devotísimo, y había servido en su cofradía en México.
(…) Como el propósito del viaje era irse derechos al archipiélago de las Filipinas, los navegantes trataron desde luego de subirse a los grados necesarios, y ordenó Urdaneta se fuese subiendo a trece grados, teniendo conocimiento de que Villalobos en el viaje anterior navegó en los diez grados por lo que nunca pudo subir a las Filipinas. Navegaron pues en altura de trece grados y luego quiso nuestro Señor que desde el nueve de enero comenzaran a descubrir islas pequeñas. De este modo fueron descubriendo isletas, hasta que el 22 de enero descubrieron trece juntas, donde surgieron y desembarcaron y tomaron posesión de ellas por el rey nuestro Señor” (1)Llegaron a Filipinas cuarenta años después que Magallanes y lograron establecer una cabeza de playa en aquellos territorios.
Monje y Marino, la Vida y los tiempos de Fray Andrés de Urdaneta, por Mariano Cuevas, S.J., Galatea, México, 1943.
viernes, 26 de junio de 2009
La carrera hacia las Indias

jueves, 25 de junio de 2009
Navigare necesse est
Texto de Stefan Sweig. Magallanes: Historia del primer viaje alrededor del mundo
En el principio eran las especias... Desde que los romanos, a través de sus viajes y sus campañas, empezaron a hallar gusto en los ingredientes estimulantes, calmantes o embriagadores de Oriente, las tierras occidentales no saben ya prescindir de la especiería, de las drogan índicas, tanto en la cocina como en la bodega. Hasta muy entrada la Edad Media, la alimentación nórdica resulta sosa hasta lo inconcebible. Y aun las hortalizas hoy día más comunes, como las patatas, el maíz y los tomates, tardarían todavía mucho en adquirir carta de naturaleza en Europa; el limón como acidulante y el azúcar para endulzar son todavía una vaguedad, y los sabrosos tónicos, el café y el té, no se han descubierto aún. Hasta entre los príncipes y la gente distinguida, la burda voracidad es el desquite de la monotonía sin espiritualidad de las comidas. Y aparece el prodigio: un solo gramo de condimento índico, un poco de pimienta, una flor seca de moscada, una punta de cuchillo de jengibre o de canela mezclados en la más grosera de las viandas, bastan para que el paladar, halagado, experimente un raro y grato estímulo. Entre el tono mayor y el menor de lo ácido y de lo dulce, de o cargado y de lo insulso, aparecen de pronto una serie de ricos tonos y semitonos: los nervios del gusto, todavía bárbaros, de la gente medieval nunca se satisfacen bastante con los estimulantes nuevos: un plato no está en su punto si no lo cargan con pimienta; llegan a echar jengibre a la cerveza y refuerzan el vino con especies molidas, hasta que cada sorbo quema en la garganta como la pólvora.
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Editorial Juventud, Barcelona, 1957. Traducción de José Fernández.
Mapamundi de Cantino
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miércoles, 24 de junio de 2009
El reparto de un mundo ignorado
Dicho documento histórico se conserva en el Archivo General de las Indias de Sevilla y es el único del patrimonio español que, conjuntamente con la ratificación castellana custodiada en el Arquivo Nacional da Torre do Tombo de Lisboa, se halla inscrito en el Registro de la Memoria del Mundo de UNESCO desde junio de 2007.

El Tratado tuvo una trascendencia y repercusión históricas desconocidas en aquel momento por los firmantes, ya que en realidad implicaba el reparto entre ambos reinos de un mundo todavía no alcanzado ni conocido por los europeos, ya que Colón, en su segundo viaje (coincidente con el Tratado) no había descubierto aún las costas continentales del Nuevo Mundo.
Esta modificación de la línea de demarcación entre España y Portugal supuso el comienzo de la historia de Brasil, ya que su extremo oriental frente al Atlántico queda dentro de la zona portuguesa. Cabría agregar que en la incertidumbre de aquellos confines se sospechaba que las islas Molucas, productoras de especias como la pimienta y el clavo, podrían quedar incluídas en el lado español. De esta forma dió inicio la exploración que condujo a los españoles a ocupar poco menos de un siglo después las islas Filipinas.
domingo, 21 de junio de 2009
Barberos (3)
El conflicto entre barberos novohispanos y asiáticos en la ciudad de México perduró durante años y, muy al estilo mexicano, se empantanó en largo procesos legales.
En 1650, en respuesta a las constantes quejas por parte de los barberos españoles (o novohispanos), un nuevo gobierno decidió establecer normas para la designación de permisos para barberos a través de una comisión reguladora, claramente destinada a evitar la proliferación de los barberos chinos.
Bueno, ahora se establecen foros parlamentarios para resolver estos dilemas públicos.
Lo curioso de la disposición es que la titularidad de la comisión se asignaba al mejor postor, quien debía administrar justicia con la recaudación de multas a los infractores del decreto de 1636. Por consecuencia, se pretendía sancionar directamente a los barberos chinos. Se tiene noticia de que Joseph Barenguel fue el primer titular de la comisión contra los barberos chinos (1)
La posición de administrador de esta comisión fue suficientemente lucrativa como para mantenerse hasta los años sesenta de ese siglo, debido a la cantidad de barberos chinos que trabajaban dentro y fuera de la ciudad de México, ahora en condición de ilegales. Sin embargo, hacia 1667 la comisión languideció, como lo atestigua el flebotomista Miguel Conde, quien envíó un memorial al virrey Marqués de Mancera pidiendo, con los mismos argumentos esgrimidos décadas anteriores, que se reactivara tal comisión. Tres años más tarde, en 1670, el propio Miguel Conde obtuvo la titularidad de la organismo sancionador.
¿No parece una historia conocida, similar a la actual picaresca política?
Aparentemente no hay más información en archivos sobre el destino de la mencionada comisión, lo que podría indicar que desapareció ya al final de aquel siglo.
Sin embargo.... existen registros de que todavía en 1812 los barberos chinos trabajaban abiertamente en la capital de México. Las cosas cambiaron con el afrancesamiento de México y los barberos cambiaron de nombre para convertirse en peluqueros, para limpiar y cuidar pelucas.
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sábado, 20 de junio de 2009
Barberos (2)
Desde tiempos antiguos, el oficio de barbero incluía, además del corte de cabello y rasurado de barba, servicios de sangrado, extracción de piezas dentales y limpieza de oídos. La extracción de sangre era un recurso médico para aliviar todo tipo de "dolencias", los encargados de hacer las sangrías eran los flebotomistas y constituían un importante sector en la vida de todas las ciudades europeas y por extensión en la Nueva España.
Así, el oficio de barbero tenía un reconocimiento apenas menor que el de los médicos, farmacéuticos y cirujanos. Los permisos para ejercer la profesión eran emitidos por la autoridad municipal "para tener tienda de barbero, de tijera y navaja, en la plaza o en su casa" y se señalaba el permiso de contar con oficial que trabaje en ella.
Sin embargo, el 18 de enero de 1636, el virrey Marqués de Cadereyta decretó la prohibición para que barberos asiáticos trabajaran en la plaza mayor de la ciudad de México y limitó a 12 el total de éstos en las afueras de la ciudad. En la ordenanza municipal se incluyeron reglas para la posesión, número y uso de navajas, así como la prohibición expresa de que hubiera aprendices chinos en esos establecimientos.
Esta decisión fue instigada por los barberos de origen español, que veían mal la competencia de los asiáticos en un oficio que requería la confianza del cliente. Incluso alegaban que los chinos podrían causar daños en el tratamiento de enfermedades. A pesar del decreto y de la campaña en contra de los barberos chinos, en los archivos se localizan varias autorizaciones, alrededor y después de la fecha del decreto, para que éstos establecieran sus cajones (puestos) en las plazas de México, Puebla y hasta en Mérida
Francisco Velez, indio chino libre vecino de esta ciudad y matriculado en la parte de San Juan donde paga los reales tributos... nos ha hecho relación que gobernando el Señor Conde de Salvatierra y Señor Obispo de Yucatán por sus decretos fueron servidos de conceder la licencia para poder usar el oficio que tiene de barbero de navaja y tijera para su congrua sustentación y poder pagar los reales tributos en la parte y lugar que quisiere y para poder usar de dicho oficio (1)
Edward J. Slack señala que hacia 1640 se aprobó media docena de licencias para los chinos barberos y kioskos en la Plaza Mayor, contraviniendo el decreto de años anteriores (2)
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(1) Archivo General de la Nación, Ramo de Indios, Vol 15, Exp. 86, folios 154-155 (14 de junio de 1649).
(2) Edward R. Slack. The "Chinos" in
jueves, 18 de junio de 2009
Barberos (1)
españoles y otros europeos habían monopolizado esa especialidad a principios del siglo XVII, pero comenzaron a enfrentar una fuerte competencia por parte de migrantes asiáticos. Debido a esto, un grupo de barberos españoles expresó su queja ante el Cabildo de la ciudad de México el 22 de junio de 1635, criticando a sus contrapartes porque infringían las reglas de los gremios al no emplear aprendices españoles. Alegaban que ellos empleaban esclavos chinos en las barberías, además de los excesos e inconveniencias de esos establecimientos en la Plaza Mayor. Por último, señalaban que varios barberos habían fallecido a causa de contagios de sus clientes (1)
domingo, 14 de junio de 2009
"Chinos" en Nueva España
Un ensayo publicado recientemente por Edward R. Slack Jr., académico de la Universidad de Washington en Estados Unidos, arroja más elementos de la presencia de chinos en Nueva España.
El autor coloca el nombre de los sujetos en cursivas, porque esta fue la confusión con que fueron vistos en las tierras americanas todos aquellos migrantes que venían de Oriente. Para sus contemporáneos, todos los viajeros procedentes de la región asiática eran chinos, aunque fueran malayos, malabares o birmanos. Esta confusión perduró a lo largo de todo el período colonial y dejó consecuencias perdurables aún en nuestros días. El autor propone entonces una investigación histórica que pueda ser utilizada como si fueran “lentes correctivos frente a una imagen distorsionada” (1).
El texto en cuestión es resultado de una estancia profesional del autor en México durante los años 2005 y 2006. Ahí tuvo oportunidad de revisar documentos coloniales en el Archivo General de la Nación.
Como se ha señalado en este blog, existe un acervo, parcialmente inexplorado, que puede mostrar hechos que ajustarían la visión de que México fue un país constituido sólo por dos “razas”, la indígena y la española. Es interesante que el ensayo de Slack reconoce de entrada la tesis elaborada por un autor mexicano, fundamental en este tema: Gonzalo Aguirre Beltrán.
Por desgracia, no es posible ofrecer al lector un acceso directo al texto (como es la práctica y objetivo de este blog) debido a que pertenece a un área de acceso reservado de Internet. Sin embargo, una parte importante del texto señala datos y acontecimientos que han sido abordados en esta bitácora y aporta también información que proviene de los archivos; un hecho que muestra el creciente interés de estos asuntos históricos para conocer la fase formativa de la sociedad mexicana.
Slack utiliza en su estudio las llamadas pinturas de castas, que estuvieron en boga al final del período colonial, pues este genero tenía el propósito de mostrar la diversidad étnica del país, una especie de catálogo etnográfico propio de la época ilustrada del imperio. En esa taxología humana se buscaba describir las diferencias de piel y de cultura, con base en rudimentarias herramientas científicas de aquella época. Es ahí donde aparecen precisamente muchas de las confusiones que advierte el autor, pues a lo largo de los siglos XVI y XVII se habían mezclado ya tantas "razas" que la tarea de describir los matices se había distorsionado por completo.
El ejemplo más evidente es que la definición de chino en el siglo XVIII se identificaba como negro; hijo de barcino y mulata.
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Edward R. Slack. The "Chinos" in New Spain: A corrective Lens for a Distorted Image. Journal of World History, University of Hawaii Press, Vol. 20, Núm. 1, marzo 2009, pp. 35-67.
sábado, 13 de junio de 2009
Todo legal

.... y como esclavo que es del dicho capitán se lo remite por su cuenta y riesgo este presente año en el galeón capitana San Joseph del cargo del general Antonio Pérez que está a hacerse a la vela del puerto de Cavite para el de Acapulco del dicho Reino de la Nueva España y por razon de haber sido otorgada la dicha escritura... para que disponga y haga de él lo que por bien tuviere y esta declaración la hace y otorga con las fuerzas y requisitos en derecho necesario. Y a su firmeza y validación obligo su persona y bienes con poderío a las justicias de su majestad que puedan y deban conocer.
miércoles, 10 de junio de 2009
Exposición Franciscana

domingo, 7 de junio de 2009
Alonso Ramírez (2)
"Está este puerto en altura de 16 grados y 40 minutos a la banda de Septentrión, y cuanto tiene de hermoso y seguro raras las naos que en él se encierran, tiene de desacomodado y penoso para los que lo habitan, que son muy pocos, así por su mal temple y esterilidad del paraje, como por falta de agua dulce, y aún del sustento, que siempre se le conduce dela comarca, y añadiéndose lo que se experimenta de calores intolerables, barrancas y precipicios por el camino, todo ello estimula a solicitar la salida del puerto".
"Hállase allí para el sustento y vestuario cuanto se quiere a moderado precio, debido a la solicitud con que por enriquecer a los sangleyes (chinos) lo comercian en su Parián, que es el lugar donde fuera de las murallas, con permiso de los españoles, se avecindaron. Esto, y lo hermoso y fortalecido de la ciudad, coadyuvado con la amenidad de su río y huertas, y lo demás que la hace célebre entre las colonias que tienen los europeos en el Oriente, obliga a pasar gustosos a los que en ella viven.
"El concurso que allí se ve de navíos de malayos, macasares, sianes, bugifes, chinos, armenios, franceses, ingleses, dinamarcos, portugueses y castellanos, no tiene número. Hállanse en este emporio cuantos artefactos hay en la Europa, y los que en retorno de ellos le envía la Asia. Fabrícanse allí para quien quisiere comprarlas excelentes armas. Pero con decir estar allí compendiado el Universo lo digo todo".
sábado, 6 de junio de 2009
Alonso Ramírez (1)
"Ocupábase éste en permutar con los indios mixes, chontales y cuicatecas por géneros de Castilla que les faltaban, los que son propios de aquella tierra, y se reducen a algodón, manta, vainillas, cacao y grana. Lo que se experimenta en la fragosidad de la Sierra, que para conseguir esto se atraviesa, y huella continuamente, no es otra cosa sino repetidos sustos de derrumbarse por lo acantilado de las veredas, profundidad horrorosa de las barrancas, aguas continuas, atolladeros penosos, a que se añaden en los pequeños calidísimos valles que allí se hacen, muchos mosquitos y en cualquier parte sabandijas abominables a todo viviente por su mortal veneno"
"hallándome en el tribunal de mi propia conciencia, no sólo acusado, sino convencido de inútil, quise darme por pena de este delito la que se da en México a los que son delicuentes, que es enviarlos desterrados a las Filipinas. Pasé, pues, a ellas en el galeón Santa Rosa, que (a cargo del general Antonio Nieto), salió del puerto de Acapulco para el de Cavite el año de 1682".
Sin embargo, el más importante de todos es el testimonio que ofrece de la insurrección indígena en la ciudad de México del 8 de junio de 1692, Alboroto y Motín de los indios de México, contenido en una carta que escribió con el propósito de publicarla, pero que apareció impresa hasta 1932.
Irving A. Leonard. La época barroca en el México colonial. Fondo de Cultura Económica. Colección Popular, México, 1974, pp. Un sabio barroco, pp. 278 - 308.
miércoles, 3 de junio de 2009
Forzados y reclutas / Soldados (3)
1. Cuando los reclutas llegaban a Manila se encargaba de recibirlos el maestre de campo y procedía a seleccionar aquellos hombres que le convenían; otros entraban a formar parte de alguna compañía; pero otros, en lugar de entregarse a actividades relacionadas con el ejército, se empleaban como criados en las casas de distintos vecinos de la ciudad así como en algunos conventos.
2. Ahora bien los reclutas que efectivamente pasaban a ejercer funciones militares, sufrían una lastimosa evolución: los recién llegados gastaban su dinero en alcohol y juego.