Una invitación para conocer la historia del Galeón de Manila, su cultura y su impacto en Filipinas y en América.

martes, 26 de mayo de 2009

Coyuca

En la intendencia de México, de la que dependía Acapulco, se localiza un caso específico relatado por el alcalde de Coyuca, Pedro de Zúñiga, quien en 1757 informaba que en el barrio de San Nicolás Obispo de aquella población se habían asentado filipinos desde finales del siglo XVI, a un lado de la hacienda de San Diego.

“Dicho barrio tuvo principio desde los antiguos tiempos de que los indios filipinos que venían de Manila en el galeón actual, ínterin se acercaba su retorno, se iban desde el puerto a abrigar en aquel paraje por ser cómodo y poco distante. Y como se fuesen quedando muchos de ellos y casándose con indias de otras poblaciones se fue aumentando de tal manera que hoy se compone de muy crecido número de familias e individuos y es una formal reducción con su capilla y en ella los correspondientes adornos con sus casas, solares y huertas y pedazos de tierra en que siembran arroz, maíz, algodón y cogen los frutos de sus árboles frutales.”

Rolf Widmer, de quien se toma esta cita, apunta que “como propietarios de las huertas en cuyo derecho sucedieron a los indios o como terrazgueros de las haciendas, los indios filipinos introducen el arroz en el medio costeño. El autor considera que fue hasta el siglo XVIII cuando tomaron control de la producción de algodón y arroz en las zonas húmedas aledañas a Acapulco. La razón es que el cacao, del que dependía la zona, perdió su aliciente económico y los españoles prefirieron dejar sus haciendas
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En la página electrónica del gobierno municipal de Coyuca se menciona la existencia de un grupo musical de amplia tradición, conocida como la orquesta de “Los hermanos Chinos”, de El Espinalillo. Su historia se remonta al año 1890, cuando Victor Solís formó el conjunto junto con sus hijos, orgullosos de su ascendencia asiática. Los doctores Maya Pérez y Arturo Argueta me platicaron con entusiasmo de este asunto y me regalaron un disco del grupo. Más que una anécdota, cabe subrayar el hecho de que la presencia asiática se ha mezclado felizmente con los rasgos de una rica cultura local tan viva.

Widmer Rolf, Conquista y Despertar de la Mar del Sur (1521-1684). Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Dirección General de Publicaciones p.92-93.

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