Acuso recibo de un bello libro recientemente editado por la Universidad de Guadalajara, escrito por Melba Falck Reyes y Héctor Palacios, acerca de una historia fascinante: la de Juan de Páez, comerciante avecindado en la capital de Jalisco, a principios del seiscientos, de origen japonés, procedente de Osaka.
La acuciosa investigación arroja información documental valiosísima sobre los orígenes de este personaje y su integración a la sociedad novohispana.
La sociedad novohispana, y tal vez todavía más la tapatía, era en el siglo XVII, cosmopolíta a un grado que nos resulta difícil de entender hoy en día, pues su vertiente urbana procedía de cuatro continentes. La presencia de asiáticos -llamados a menudo "chinos"- era común: su puerta de entrada en los dominios hispanos era por Filipinas, entonces una auténtica colonia de México. Entre ellos hay uno que otro japonés, y que las fuentes más diversas documentan. Pero esta información es a veces escueta, muy fragmentada, permite un tratamiento sobre todo estadístico, de destinos anónimos, sin el soplo vital y el correr de la sangre.
No obstante, en el caso de la investigación ahora publicada, Juan de Páez y su suegro Luis de Encío aparecen como personajes reales, plenamente documentados "como si se tratara de cualquier tapatío de la élite".
Y esta es la novedad: los dos inmigrantes japoneses, uno tras otro, tuvieron una promoción social poco común. Páez se pudo codear con los principales mercaderes, terratenientes, alto clero de la ciudad; acabó siendo el hombre de confianza de todos: albacea de muchos de ellos, y mayordomo de la catedral desde 1645 hasta su muerte en 1675.
Un libro que encierra una historia personal y muchas historias entrelazadas a las que se suman las vicisitudes de la investigación a lo largo de muchos años. Esperemos que este tipo de trabajo académico prolifere a fin de dar cuenta de una enorme cantidad de archivos olvidados.
Felicidades a los autores.
1 comentario:
Cuahutemoc, gracias por contribuir a difundir este libro de la historia de encuentros de varias culturas. Japoneses, índigenas, españoles... Sin duda Juan de Paéz tuvo una contribución importante en la sociedad tapatía de la Guadalajara fundacional. Es muy probable que Páez haya llegado en la Nao de la China. Ese eslabón de nuestra historia espera ser investigado. Esperamos tener más interesados en el tema.
Saludos
Melba Falck
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