Una invitación para conocer la historia del Galeón de Manila, su cultura y su impacto en Filipinas y en América.

martes, 9 de diciembre de 2014

¿Por qué Manila?

Escribo esta nota días antes de viajar a Manila, preocupado por la situación de los afectados por la tormenta tropical Hagupit (rebautizada en Filipinas como Ruby) y su fuerza destructiva sobre el archipiélago. Los filipinos y sus vecinos en el Sudeste de Asia conocen de antaño la ira de estos meteoros, que en las islas son conocidos como baguío, pero los cambios demográficos, la falta de preparación y otros factores humanos han hecho más difícil enfrentar la visita anual de los vientos huracanados. Hoy parece que los daños han sido mucho menores que con el terrible tifón Hayan (Yolanda) del año pasado; menos muertos y damnificados, pero aún es preocupante la situación. 

Pero la pregunta que formulo en esta entrada del blog se refiere a las razones que motivaron a los españoles a fundar en 1571 la capital filipina en la isla de Luzón, precisamente en Manila.

Ya hemos referido en este blog, en 2009 Nombres Filipinos, el probable origen del nombre de Manila. También hemos hecho referencia al sistema de comercio que convirtió a Manila en centro de una red regional de intercambio en la región asiática, El sistema comercial del Galeón. Hemos hecho referencia, en  2011, a la importancia y debilidad de Manila; un enclave que estuvo en peligro de ser abandonado por la Corona española. 

Intramuros

¿Cuál fue la razón de mudar la capital del centro al norte del archipiélgo?

Cebú fue fundada por Miguel López de Legazpi en abril de 1565. Las expectativas de encontrar especias no se cumplieron, aunque se encontró algo de canela. Tampoco hubo plata ni oro. El modesto comercio de las islas estaba controlado por los Moros, malayos musulmanes, tal como lo describe Legazpi en una carta al rey Felipe II del 23 de julio de 1567 y eso le lleva a resaltar que al norte del archipiélago, en la gran isla de Luzón llegan comerciantes chinos y japoneses con sedas, tejidos, campanas, porcelanas, esencias aromáticas, hierro, estaño, tela de algodón, y reciben de los locales oro y cera.  Esos moros comercian esos productos  en el sur. 

Con ello, el interés de los españoles se fue modificando y la atracción hacia la desconocida China fue creciendo. En opinión de C.R. Boxer, el conflicto con los portugueses y los asuntos en las islas de las especias no avanzaban bien; la tierra y la población de la zona de Cebú no cubrían las expectativas de dominio y comercio de los españoles, así que la posibilidad de avanzar hacia el norte, más cerca del gigante de Asia les indujo a moverse a Luzón (1). 

El atractivo inicial era aprovechar el comercio de China, descrito como enorme y provechoso. En una carta escrita en Cebú en 1569 del Factor Real, Andrés de Mirandaola, al rey Felipe II, comenta que "cuando los portugueses estuvieron en este puerto se entendió cómo trataban y contrataban en las costas de china y japones (sic), y de cómo era negocio de que se sustentaban por ser, como era, la cosa más gruesa y de más interés que hasta hoy se ha visto en parte alguna donde se haya contratado" (2).

Coincidiendo con esa opinón, el misionero agustino Fray Martín de Rada escribía el 8 de julio de 1569 al Virrey en México que  la permanencia en la zona de Cebú no rendía los frutos necesarios, mientras que la isla de Luzón era más rica "porque son casi todos mercaderes y vienen chinos a tratar con ellos" (...) "En esta ysla de lusson ay mucho bastimento de arroz, puercos, cabras, búfalos. Ay oro mucho en respecto destrotras (de las otras islas) y (hay) cosas de la china". 

Rada esboza también la tentación de ocupar China, desde la plataforma filipina: 

"Si su magestad pretende la china, ques tierra muy larga, rrica y de gran policia, que tiene ciudades fuertes y muradas, muy mayores que las de Europa, tiene necesidad primero de azer asiento en estas yslas; lo uno, porque no sería acertado pasar por entre tantas yslas y baxios, como ay a la costa della, con navíos de alto bordo sino con navios de rremos; lo otro también, porque para conquistar una tierra tan grande y de tanta gente es necesario tener cerca el socorro y acogida para cualquier caso qe sucediere, aunque segun me é informado, así como portugueses como de yndios, que tratan con ellos, como de un chino que tomaron los días pasados en un junco, la gente de china no es nada belicosa y toda su confianza está en la multitud de la gente y en la fortalecza de las murallas, lo qual sería su degolladero, si se les tomase alguna (fortaleza), y así creo que mediante dios fácilmente y no con mucha gente, serán conquistados" (3).
El fuerte de Manila

En 1570, Legazpi trasladó su cuartel de Cebú a Panay, con mejores condiciones de abasto y defensa. Desde ahí envió el 8 de mayo al Maestre de Campo Martín de Goyti y al capitán Juan de Salcedo a explorar la isla de Luzón. Como resultado de esa expedición, Legazpi escribió al Virrey de la Nueva España que si el interés del Rey de España era conquistar el Maluco (las islas de la especiería), entonces Cebú sería lo más indicado, 

"(...) pero si su magestad pretende que sus ministros se estiendan a la parte norte y costa de china, tengo por más acertado hacer asiento en la ysla de luzón, de donde vino agora el maestre de campo, donde descubrió un puerto, aunque pequeño, pero cómo para media docena de navíos (se refiere a Cavite), legua y media del pueblo de manilla, cabecera de toda aquella provincia, el cual y la gente que con el fue trujeron buen contento de la tierra, porque hallaron tierra que tiene oro y ropa y gente que lo defienda, porque hasta ahora no se ha visto tanta gente junta ni con tanta artillería como allí, y aunque a la entrada nos recibieron de paz, depués la rompieron y le dieron guerra; trajéronme a este campo de allí diez piezas de bronce chica y grandes y dos versos de hierro (cañones ligeros), sin otras piezas de bronce que se echaron en la mar por no las poder traer"(4).

En suma, Legazpi tomó la decisión de avanzar sobre Manila y salió de Panay a Luzón el 15 de abril de 1571. Con ello esperaba controlar la región más poblada del archipíelago y puede suponerse que también actuaba atraído por el interés de acercarse al comercio con China, si no es que la posibilidad de conquistar al Imperio del Medio.

La toma de Manila

Martín de Goiti y Juan de Salcedo llegaron a Manila el 10 de junio de 1570. En sus propias palabras: "(...) por la orden que llevaba el maese de campo procuró con diligencia la paz y amistad y dominio de vuestra magestad, y tratándoles dello a los principales, halló en ellos, a lo que mostraron de prima faz, el mismo deseo que se les significó, aunque a lo que después se vino a entender, era todo debajo de malicia (...).

Todo terminó en una escaramuza con los moros, a quienes cobraron a fuego de arcabuz varios muertos. De esta forma, los defensores musulmanes de Manila decidieron retirarse. Lo mismo hicieron los españoles y fue hasta el 19 de mayo del año siguiente, cuando formalmente Manila pasó a manos de los españoles. En 1571 Legazpi viajó a la ciudad acompañado de un gran contingente de soldados españoles y aliados de otras islas. Fue notable la diferencia en el trato y en esta segunda incursión hubo menos violencia. Ante el escribano Fernando Riquel se suscribió un documento de pacificación y amistad con los indios. Con ello se tomaba posesión en nombre del Rey de España.

Expreso aquí mi solidaridad con la población filipina en estos difíciles momentos. Espero poder dar mejores noticias desde Manila en los próximos días.
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C.R. Boxer. South China in the Sixteen Century,  Beign the narratives of Galeote Pereira, Fr. Gaspar da Cruz, O.P., Fr. Martin de Rada, O.E.S.A. (1550-1575). London:The Hakluyt Society, Second Series No. CVI, 1953 p. XXXIX

(2) Isacio R. Rodriguez, Historia de la Provincia Agustiniana del Smo. Nombre de Jesús de Filipinas, Vol. XIV Historia Agustiniana, Manila, 1978, pp. 8-17.

(3) Copia de carta del P. Martín de Rada al Virrey de México, dándole importantes noticias sobre Filipinas, Ibidem, Rodriguez, 1978, pp. 24-32.

(4) Copia de algunos capítulos de carta de Legaspi al Virrey de la Nueva España, Panay, 25 de julio de 1570. Ibidem Rodríguez, 1978, pp. 49-53.

3 comentarios:

Lebato de Mena dijo...

Me ha resultado muy interesante. Gracias por su Blog.

Andrés dijo...

Me encanta tu blog. Saludos desde España.

Cuauhtemoc dijo...

Muchas gracias por los comentarios. Escribo desde Manila, donde observo el peso de la historia en un país atravesado por muchas culturas, malaya, China, española, de EUA, de México. Un país que para salir adelante debe repensar su historia.