Las maravillas orientales que se acumularon en México a lo largo de tantos años pueden servir tanto para el deleite estético contemporáneo como para corroborar el grado de opulencia y derroche que tenían las élites coloniales en la Nueva España. Para los novohispanos, la producción y envío de plata en el galeón, a fin de adquirir las riquezas y lujos de Oriente, se consideraba en sí mismo un fin productivo. Para la inmutable mentalidad colonial, no era necesaria la producción local de manufacturas, sino el comercio de productos a cambio de la plata que se sacaba en México. La experiencia del galeón refleja fielmente la mentalidad española del siglo XVI, que en un primer momento fue útil para hacer frente a la inmensa vastedad del Pacífico y a la diversidad de los pueblos que lo habitan, todos de pronto bajo la corona de España. No obstante, fue una mentalidad que no se atrevió al cambio.
Una invitación para conocer la historia del Galeón de Manila, su cultura y su impacto en Filipinas y en América.
domingo, 1 de marzo de 2009
Un enfoque diferente
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